Más de 48 horas paralizados a causa de la nevada, gestos de solidaridad alivian a los conductores cansados. Ganaron panes y comida calientita!

Paralizados más de 48 horas, en filas kilométricas en la autopista 8, en la provincia de Fukui, los conductores esperaban pacientemente por el socorro. No había que hacer. Da más hambre, la sed, voluntad de ir al baño y el cansancio. He aquí que surgen personas con gesto de solidaridad para amenizar, por lo menos el hambre.
Según informaciones del departamento de relaciones públicas de Yamazaki, fue hecho un contacto con la sede de medidas de emergencia de Fukui para donaciones de los panes. Había por lo menos 18 camiones de la fábrica de panes Yamasaki en medio de esa paralización, desde el martes (6).
Hasta la noche anterior (7) fueron distribuidos 82 mil panes de esos camiones y de la filial de la provincia, tanto para los locales de abrigo como para los conductores. Los camiones estaban con las puertas traseras abiertas para que los conductores y las personas que ayudaban en el trabajo de remover la nieve lleven cuanto quisieran.
Había panes dulces y bocaditos y ellos llevaron en paquetes cerrados. “Si no hubiera ganado los panes estaría con mucha hambre. Ellos fueron la salvación”, dice uno de los conductores de camión a el reportero del periódico Asahi.
Comida calientita distribuída a los conductores
El subgerente de una de las unidades de la franquia de la red Gyoza en Osho, de Sakai (Fukui), que está en la autopista 8, estaba con la tienda cerrada temporalmente a causa de la nieve. Yukinori Nakayama, 41, era arubaito en una tienda de la misma red, en 1995 cuando el terremoto de Kobe (Hyogo). En ese momento, aún sin agua, el gerente lo llamó para preparar gyoza para los desabrigados. “Nunca me olvido de la expresión de alegría de quienes recibían los platos”, recordó.

Él recordó y habló con su superior, el qual dio señal verde. En la tarde del miércoles (7) Takayama reunió todos los ingredientes que tenía disponibles, invitó a un ex-arubaito que vive en la vecindad para ayudarlo y comenzaron a preparar los platos. A medida que iban preparando chahan, gyoza, yakisoba y otros, llevaban a pie a los conductores.
Fueron 500 platos calientitos distribuídos gratuitamente a ellos. “Verdad? Puedo aceptar?” había exclamado uno de los conductores. Otros agradecieron por el gesto de solidaridad.
“Quedé cansado pero valió la pena”, exclamó el ex-arubaito que ayudó.
Fuente y fotos: Asahi