Lo que hicieron los llamados » SAMURAIS BLUE»en este certamen que ya termina. Hasta antes de ser eliminados, abrigábamos la esperanza de que llegaran hasta la semifinal, tal como lo juraron antes de partir desde Tokyo y ante un monumento de diez metros de altura del legendario e histórico samurai Sakamoto Ryoma, de cuya vida y obra y durante todo este año, domingo tras domingo (8pm), la televisión japonesa NHK propala un especial.
Alojados en nuestro «ryokan» junto a nuestro grupo de trabajo , seguimos hasta ese último minuto de tiempo de esos tiros de penal entre Japón y Paraguay y que favorecieron a los últimos. Al final y tan igual como ese sentir de los japoneses, quedamos satisfechos de la misión cumplida. No se podía pedir más, y lo más importante, es el paso que se ha dado en el progreso del fútbol. Japón a ganado después de su participación en este certamen, un nuevo equipo de jóvenes promesas que a no dudar, serán la garantia de que en se progrese muchísimo más.
KEISUKE HONDA
El delantero Keisuke Honda, es sin duda – entre los nuevos valores salidos en este mundial-, quién le puso esa cuota de mística y sello de clase durante la celebración de su magistral gol anotado de tiro libre ante el equipo de Dinamarca. Sí, y que lo haya celebrado gritando con todas sus fuerzas y como muchos dicen, al estilo del «ojigi» (el saludo japonés) y ante los hinchas en la tribuna,esto no hizo sinó infundir más fuerza y perseverancia para asegurar el marcador.
La alegría aquí se nutre del simbolismo histórico de sus héroes, y entonces, ello no hace sinó reafirmar una identidad, una personalidad muy particular, una forma de ser cuya raiz está enraizada en el grandioso pasado cultural. Sí, y mucho de esto explica esa fuerza y temple y disciplina que le pusieron estos jóvenes valores en el campo de juego. En otras palabras, la figura del legendario samurai junto a su arrojo y valentía y lealtad en una contienda así, continua alimentando el alma de los deportistas japoneses cuando tienen que definir un encuentro deportivo.
Todo país, todo pueblo con larguísima historia cultural, tiene más de un símbolo del cual pueda sentirse orgulloso, y, en determinados momentos, esto se transforma en descomunal fuerza moral y cumplen una función decisiva en la vida.
Como extranjeros en estas islas y con el transcurrir del tiempo, hemos aprendido a interpretar la función de este símbolo dentro de la vida de los japoneses, la misma que está relacionada con el cultivo de los valores morales que sólo se ven aquí.
Y los japoneses lo saben bién, y al escribir estas líneas, estamos viendo en la televisión la manera cómo todavía se continua celebrando la actuación de la selección japonesa en el mundial. Podemos ver uno de esos «matsuris» propios del verano, en donde se ha representado a un jugador de fútbol con su camiseta azul apostado en la parte alta del anda. Y los que pasean este móvil, son niños que gritan lemas alusivos a su selección, mientras en sus rostros se puede ver como esgrimen fuerza y garra para resistir el peso y la marcha de esta procesión que sin duda, reafirma el amor por su país y el futbol como deporte. Ellos con seguridad, ya sueñan en ser algún dia como Keisuke Honda
De regreso a casa y despues de un par de semanas fuera es que terminamos estas lineas, señalando que para el proximo mundial de futbol, Japon como sin duda dice el dicho «se hará respetar». El eco del grito de Keisuke Honda aún se escucha, y es como el grito de aquellos guerreros en su época pasada, llamando a defender el honor de su legión. En tanto eso, a nosotros solo nos queda el seguir incorporando a nuestras vidas todo lo positivo de la cultura de este pais. La disciplina, el orden, la puntualidad y otros valores mas junto al amor por el deporte,son la llave maestra del futuro de nuestros hijos sin duda alguna.ノse es nuestro carril.
Desde Kansai en el reporte para Japón y para el mundo: Yvan Ramirez Rodriguez
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